Feedback: Peregrinus Albus se Transforma, Una Mirada a Cinco Años de su Bautismo



El Círculo Histórico comenzó siendo el trabajo personal de quien les habla para ofrecer mayor valor agregado a lo que ofrecíamos en la Sala de Armas; pues aunque en mi imaginario pensaba que algún día se convertiría en la verdadera fuente de éxito del grupo, inicialmente empezó siendo solo un agegado. Ya para el segundo año del grupo, tuvimos un empuje muy grande trayendo oradores invitados y creando encuentros audiovisuales, charlas y talleres de toda clase que incentivó a los miembros a querer más y aspirar más alto como agrupación; pero implicó un esfuerzo personal muy grande. Supe inmediatamente que necesitaría ayuda, y que aquello que en mi imaginario significaba tanto, en el fondo era más una realidad que un deseo.

Así nacieron los consejeros, sargentos auxiliares y funcionarios de Peregrinus Albus. Con el tiempo fueron tomando forma y poco a poco desempeñaron tareas cada vez más significativas. Debo confesar que me fue difícil delegar algunos de los aspectos del grupo; porque todo nació como una iniciativa propia en base a un sueño de la juventud relegado y el fruto de mucho sacrificio. Sin embargo, todo el esfuerzo que he dedicado en estos años no es sino una ínfima parte de las grandes satisfacciones que atesoro. Delegar implicaba confiar, pero más aun, entregar una parte de esas vivencias a la custodia y trabajo de otros. Cuando uno disfruta tanto de lo que hace, es un paso complejo para dar;  sobre todo para alguien tan perfeccionista como yo. Así que con los labios entre los dientes, decidí confiar en la maravillosa gente que tenía al lado. Y jamás me arrepentí un solo minuto de ello.

No es que las decisiones y la organización interna sean una tarea fácil, tenemos nuestras agarradas como todo el mundo; pero siempre buscando crecer y construir. Ultimamente, he observado las reuniones y advertido que hemos conformado un grupo de trabajo increíblemente heterogéneo y apasionado, que defiende su postura y su lugar con fervor. Claramente amamos lo que hacemos, somos muy curiosos y deseamos lograr muchas más cosas.

Como director del grupo, me he esforzado por fomentar tanto en la Sala de Armas como en el Círculo Histórico que se busquen respuestas a nuestros interrogantes sin aceptar nada como un hecho, que nadie calle nada y que se ponga a prueba cada opinión para poder formar nuestro propio punto de vista. Así cada uno contribuye desde su experiencia aportando una nueva perspectiva y diversidad de ideas. Los Miembros hacen entonces a Peregrinus Albus una parte de sí, y se entregan al grupo de igual manera.

Gracias a la búsqueda de candidatos idóneos, pero más aun por gracia del destino, reunimos un equipo de colaboradores para el cual no tengo palabras de agradecimiento. Supieron desempeñar las tareas que hacía anteriormente con mayor éxito del que jamás habría podido lograr yo mismo. Hemos superado enormes obstáculos juntos. Nos hemos sentido, hermanos de armas.

En estos cinco años pasó mucha gente por peregrinus y la Sala de Armas hace apenas un mes recibió con mucha gratitud a su miembro número 100. Hoy somos en total más de una treintena de miembros activos trabajando en conjunto. Desde que comenzó el año hicimos talleres de vestuario, fabricamos armas y equipo para entrenar en la Sala de Armas y hemos mejorado nuestro stand para los eventos. Pero todo esto es rutinario y no representa ninguna novedad. La verdadera transformación es la generación de contenido en manos de todos y cada uno de los miembros del Círculo Histórico.

Hace algunos años el engranaje que hoy moviliza al grupo fue una fantasía de mis ideas y proyectos a futuro. Más que una fantasía, un ideal difícilmente realizable. Creía que mi esfuerzo personal serviría de ejemplo para que algún día pudiese convertirse en algo grupal. Alguna clase de paradigma donde fomentar el esfuerzo, el entusiasmo y la dedicación.

Así, llegamos a este Sábado, cuando tuvimos la tercera reunión anual del Círculo Histórico, espacio donde cada uno participa de un proyecto de investigación, reproducción o desarrollo de su interés personal que luego se convierte en actividades internas y públicas de divulgación histórica. Ver tanta participación, entusiasmo y diversidad de conceptos me llena de alegría. Proyectos tan diversos como el teatro medieval, la representación de la guerra en la litaratura, la evolución de los sistemas de numeración, la fabricación de armaduras o la experimentación con técnicas de escudos entre muchos otros, muestran el amplio abanico de estudio de la agrupación.

La maquinaria de Peregrinus ya no depende entonces de nadie, y a su vez, de todos. Los proyectos están susurrando en el aire, entre voces crecen y se alimentan unos de otros. Se integran. Entrelazan tiempos y culturas diferentes. Convierten temas aislados en una red de interacciones que dan forma y color a la Edad Media y nos permiten comprender que estaba mucho más viva de lo que nos hicieron creer de niños. Pero por sobre todo, nos vinculan como civilización a nuestras raíces. La Edad Media no es tan lejana y está presente en todos lados hacia donde giremos la mirada; incluso en nuestro mundo moderno.

La gran virtud que tiene este grupo, es la de tener miembros que vienen de profesiones y estudios tan diversos que pueden enfrentar líneas de pensamiento independientes entre sí, o incluso a veces, opuestas. Buscamos lograr que toda esta experiencia, sea profesional o simplemente del entusiasta ocasional, se complemente entre sí. Atacar un mismo interrogante desde diferentes disciplinas nos permite sacar conclusiones conjuntas más mundanas e interdisciplinarias de lo que puede indicar la lógica o la teoría. Porque rara vez el ser humano se encuentra en escenarios donde las condiciones son ideales y controladas. La vida y los obstáculos nos exigen adaptarnos, y en el proceso de cambio un sinfín de posibilidades se vuelven realidad.

Este mes hemos tenido la oportunidad de dejar nuestras armas para participar de talleres de danza y teatro. Muchos pueden creer que esto es completamente innecesario, pero les aseguro que la cercanía que tiene un movimiento de armas a las destrezas requeridas por un bailarín o actor son sorprendentes; así como muchas otras disciplinas. Simplemente basta comparar la postura de defensa general con el saludo de cortesía al iniciar con una danza para ver las similitudes. O bien, de observar la sincronía y coordinación que se requiere entre los actores de una obra de teatro para que se vea natural con la plasticidad y coordinación de una secuencia de ataques requeridas para abatir a un rival.

El equilibrio, la coordinación y la plasticidad corporal son elementos clave del esgrima. Pero también la consciencia corporal, el desplazamiento y el control del peso. Percibir el ambiente, los elementos que le rodean. Calcular el tiempo y la distancia hacia otro objeto. Un esgrimista, no es más que otra clase de artista, donde su arte tiene tanta belleza como cualquier otro; sin embargo, su finalidad es la de matar.

Con algo de melancolía de vez en cuando recuerdo esos primeros tiempos donde podía estar al tanto de todo, participar de todos los encuentros, investigar, fabricar y desarrollar actividades. Pero pronto sonrío y me alegro porque ahora puedo disfrutar de Peregrinus desde el participante. De quien está como oyente. Hoy puedo hacer lo mismo que antes, pero puedo elegir qué, cuando y dónde sin sacrificar a mi familia; de hecho, compartirlo con ella. Conformar este grupo de trabajo fue la mejor decisión que he hecho desde la concepción del grupo. Pero también, ver el maravilloso grupo de miembros que participan de las actividades satisface cada rincón de mi corazón. Hoy el grupo excede lo que yo puedo hacer. También lo que pueden hacer dos, cuatro o diez personas. El mayor orgullo que siento es ser parte de un equipo que respira como unidad y que se nutre del resto. Cada pieza de este engranaje es importante y el todo es el conjunto de sus piezas. Siento paz de saber que no hay vuelta atrás a ese momento donde mi esfuerzo era sacrificio. Hoy disfruto plenamente de la agrupación.

Siento que Peregrinus Albus rompe con muchas estructuras y establece un nuevo paradigma. Un esfuerzo conjunto, coparticipativo, integrador y refugio de multiplicidad de ideas. Investigamos, reproducimos y ponemos todo a prueba tratando de vivir cada experiencia en carne propia. En Peregrinus... ¡Late la Historia!


¡Semper Fidelis!

Sir Martin Farhill
Portavos de Peregrinus Albus

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