Entradas

Mostrando las entradas de marzo, 2018

La seguridad en la Sala de Armas

Imagen
Este texto lo escribió el miembro de nivel 3, clase de alumnos avanzados, Santiago Casini Se dice que para aprender a nadar, no basta con leer sobre hidrodinámica o hacer brazadas en el aire: hay que tirarse a la pileta. Llevado a las artes marciales, podemos suponer que para aprender a pelear, hay que pelear. Sin embargo, ¿alguien en su sano juicio empezaría a practicar natación tirándose a un río caudaloso o a un mar agitado? ¿Quién se metería a una clase en la que todos los días se revolean armas de madera? Es obvio que por algún lado hay que empezar, y de ahí, ir mejorando, hasta estar cada vez más seguros: de nuestras capacidades de mantenernos salvo, y de mantener a salvo a los demás.   Desde mi primer día en la Círculo de Esgrima Medieval Europeo de Peregrinus Albus, hace tres años cuando me acerqué tímidamente a participar de la clase de prueba, empuñé una espada de madera. Me tiré a la pileta, aunque bien acompañado. No era la primera arte marcial co