Estimados peregrinos, estimadas peregrinas, todas aquellas personas grandes o pequeñas que alguna vez sintieron sus deseos amparados por Peregrinus Albus, todos aquellos que hallaron en nuestra Sala de Armas, en nuestro Campamento, en nuestras presentaciones por ferias y escuelas un tiempo fuera del tiempo, un espacio que los trasladaba a kilómetros y siglos de distancia para aprender, compartir, apasionarse y soñar:

Peregrinus Albus nació hace quince años de una llamita que ya no pudo contenerse, que se expandió y en su camino encontró otras hasta formar un gran fuego. Deseábamos construir una comunidad en la que, a través de la curiosidad, la ilusión y el trabajo compartido, nos acercáramos a aquellos ideales medievales que tanto nos atraían.

Ese gran trabajo comenzó con la investigación de grupos en este y otros países cuyas actividades tenían relación con lo que buscábamos, con la lectura de textos históricos en los que pudiéramos aprender absolutamente todo acerca de la esgrima medieval, de la recreación histórica, del imaginario de la Europa Medieval. Y así, hubo que investigar desde el tipo de tela, las tinturas para los cueros, qué maderas existían, para luego adaptarlos a lo que nuestro país nos brindaba y, paulatinamente, a lo que nuestro presupuesto de aficionados permitía.

Tratados de esgrima, herramientas para construir espadas, cuchillos, escudos, salas donde pudiéramos abrir nuestra escuela, entrenamientos con brillos en los ojos. Durante años dedicamos nuestras horas libres en el trabajo en el taller donde, hubiera una persona o doce, siempre se trabajaba incansablemente, ora eligiendo y moldeando telas, otrora cortando y lijando armas de entrenamiento, acá tiñendo y cosiendo cueros, acullá buscando nuevas maneras de entretejer anillas. Un garaje transformado en una maraña de proyectos, investigaciones, sueños que surcaban el aire y que fueron dando vida a nuevos muebles, talleres, eventos…
Y la alegría de participar en estos eventos con el producto de nuestro esfuerzo. ¡Qué ilusión, cada vez que cruzamos nuestra mirada con otras llamitas que veíamos encenderse! Muestras y charlas de esgrima, danzas, recetas, relatos, compartidos con alegría entre nosotros y con todos quienes se acercaban.

Hoy, quince años después, y como todo en esta vida tiene un final, ha llegado el momento de cerrar este libro de aventuras, de sellar su última página con la palabra “FIN”. Doncellas, caballeros, artesanos, juglaresas, mercaderes, todos los personajes que iluminaron las páginas de este libro, escribirán los próximos volúmenes, con nuevas batallas, nuevos escenarios, nuevos caminos.

Hoy, con el corazón henchido de agradecimiento y emoción por cada minuto vivido en compañía, por cada mate y cada mirada intercambiada, por cada puntada y cada acorde que hemos dado juntos, por cada reverencia correspondida con un aplauso, damos cierre a la historia de Peregrinus Albus. Gracias por habernos acompañado a vivir este sueño.

Que esto signifique también el comienzo de otras. Que cuando los caminos nos crucen, sigamos brindando por el pasado, por el presente, y por el futuro.

Semper fidelis!

 

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